El reconocimiento de la gravedad de la violencia de género en la pareja y de la necesidad de prevenirla ha llevado a estudiar cómo son sus primeras manifestaciones en las relaciones que se establecen en la adolescencia, encontrando que tiene consecuencias muy graves tanto a corto como a largo plazo para el bienestar de sus víctimas y que incrementa el riesgo de sufrir violencia de género posteriormente.