En la década de los 60, Lanzarote sentaría las bases del modelo turístico-territorial que liberaría a la isla de su atraso “estructural” y que, consecuentemente, acabaría modificando sustancialmente su entorno, la economía y la identidad de sus habitantes. La tesis de este trabajo vendría a sustentar la idea de cómo, a pesar de no hallarse un plan en sentido estricto, en el imaginario de sus artífices existía una concepción territorial de la isla palpable a través tanto de decisiones explícitas como de otros mecanismos subyacentes. La metodología seguida presenta el contenido de este trabajo en tres estadios donde se exponen las líneas maestras del “proyecto”, se abordan las circunstancias que permiten refrendar la tesis inicial y, finalmente, se concluye con algunas cuestiones de carácter implícito que, formando parte del proyecto, serían el germen de futuras investigaciones.